¡Pero si son demasiadas puertas!,
a cierta hora del día me vuelvo un poco ciega,
corporizo los sonidos, aún así no creo que seas pato.
Puedo perseguir algunos de tus rastros,
me corresponde el crédito por intentarlo,
aunque termine en la coyuntura de tu encierro.
Avísame, ¡por favor!,
dime cuando me pierda por el sur que alucino,
serás fugitivo, pero en mi, vive el deseo.
1 comentario:
Wow.
Interesante.
Volveré.
Saludos.
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